La política mexicana: entre escotes y extractos de buchu

¿Quién ganó el debate presidencial del domingo? Esa es la pregunta que hasta hoy se hace en los noticieros y conversaciones que tratan el asunto. Para muchos, sin duda, la ganadora fue sin duda Julia Orayen, a quien sólo le bastaron 30 segundos en televisión (y un pronunciado escote) para robarse la atención de los espectadores, los medios y hasta los políticos, y se transformara en la protagonista indiscutida de la noche. Orayen causó sensación a nivel internacional, periódicos como La Trinbuna, de Honduras informan la noticia.

La relevancia que ha tomado Orayen, su profesión y su vestido del domingo en el debate, fue un desplazamiento de ha atención del contenido del debate (mucho o poco, bueno o malo) y que evidenció el poco impacto de la palabrería política. En palabras de Julio Hernández López: "Un escote más que llamativo y una figura física de revista aportaron, en el sombrío panorama del país, un chispazo estético en otras circunstancias digno de agradecimiento, si no fuera porque revela la falta de sensibilidad política de los administradores del IFE, sus tragicómicos enredos internos y el uso torpe del dinero público."

Sin embargo, las "distracciones" políticas como en este caso fue Orayen, han estado desde tiempo atrás. Parte de la investigación para mi tesis incluía en averiguar las reacciones que hubo acerca del discurso de Juárez y su regreso a la capital en julio de 1867 tras el triunfo sobre el Imperio de Maximiliano. 

A pesar de que mis expectativas no eran altas, pues no esperaba encontrar críticas o cuestionamientos al discurso, me sorprendió la falta de comentarios y notas que lo mencionaran. Apenas Francisco Zarco comentó casi un mes después. Lo curioso en este asunto, fue que en todo este tiempo el periódico El Siglo Diez y Nueve estuvo anunciando en su última págija el Extracto de Buchu de Herlmbold. En ese entonces, mientras Juárez regresaba de la guerra, la capital se admiraba por los beneficios de aquel extracto curativo.

Aquí les dejo una transcripción del anuncio.

V I R I L I D A D

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En la joven generación que se levanta las potencias las potencias de la vida son extraordinarias, pero en pocos años, ¡cuán a menudo! La palidez, la falta de brillo en los ojos y lo extenuado de las formas, así como la imposibilidad de dedicarse a cualquier trabajo mental, muestran su venenosa influencia. Pronto se convierte en evidencia para el observador, que algún influjo depresivo impide el desarrollo corporal. Se habla de la consunción, y tal vez se saca al joven de la escuela y se le envía al campo, lo cual es uno de los peores expedientes, puesto que arrancado de las diversiones ordinarias que ofrecen las escenas variadas de la ciudad, se concentran las ideas y pensamientos del paciente, por encontrarse sus potencias corporales demasiado debilitadas para entregarse a saludables y rurales ejercicios. Si el paciente es mujer, se espera con ansiedad la aproximación de sus periodos mensuales, como el primer síntoma por medio del que hace sentir la naturaleza su salu`able poder, difundiendo la circulación y sonrosando la mejilla con la flor de la salud. ¡Ay! El apetito aumenta a medida que más alimento se toma; pero la energía del sistema se postra y aniquila, y todo el sistema económico se desarregla. En vano se espera el maravilloso periodo en que el cuerpo e inteligencia sufren el cambio fascinador que convierte a la niña en mujer, el corazón de los padres sangra en ansiedad y se figura ya la tumba que sólo espera a su víctima.

EL EXTRACTO DE BUCHU DE HELMBOLD,

Para la debilidad procedente de excesos

O DE TEMPRANAS INDISCRECIONES

Acompañada de los siguientes síntomas:

Apatía, Impotencia, Pérdida de memoria, Dificultad de respirar, Debilidad general, Aprehensión, Debilidad nerviosa, Temblores, Espantoso horror a la muerte, Sudores nocturnos, Frialdad de pies, Falta de sueño, Ofuscación de la visión, Languidez, Laxitud universal del sistema muscular, Frecuente exceso de apetito con síntomas dispépticos, Excesivo calor en la espalda, Pesadez de párpados, Visión frecuente de manchas negras que vuelan delante de los ojos, con efusión y pérdida temporal de la vista, Falta de atención, Gran movilidad, Desasosiego con horror de la sociedad.

Para los que sufren estas enfermedades, nada es más provechoso que la soledad, y nada los atemoriza  más por temor de sí mismos. No les gusta el reposo, ni fijarse en una idea, ni las observaciones profundas, sino sólo las transiciones violentas de una cuestión a otra. Si de dejan seguir adelante con estos síntomas, lo cual impide siempre esta medicina, pronto sobrevienen la impotencia, la estupidez, los ataques epilépticos, en uno de los cuales puede morir el paciente.

Durante la superintendencia del Dr. Wilson en el asilo de Bloomingdale, éste triste caso ocurrió a dos pacientes: habían perdido la razón hacía algún tiempo, y los dos murieron de epilepsia; uno era hombre y otro mujer, y tenían poco más o menos veinte años.

¿Quién puede asegurar que a estos excesos no sigan muy a menudo las terribles enfermedades de Locura y Consunción? Los registros de los asilos de dementes, y las tristes muertes de consunción, comprueban completamente la verdad de estos asertos. El aspecto de los asilos de lunáticos es en extremo melancólico; la fisonomía de los pacientes está marchita y extenuada, sin que en ella se pinte nunca ni el placer ni el dolor. Si resuena una voz, rara vez es una voz articulada, sino un gemido, un lamento que la horrible desesperación arranca a aquellos infelices.

Sintiendo profundamente la existencia de esas enfermedades y síntomas, ofrecemos una inapreciable joya de la química para curar sus consecuencias,

EL EXTRACTO FLUÍDO Y RECONCENTRADO

D  E    B  U  C  H  U    D  E    H  e  l  m  b  o  l  d

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NO HAY TÓNICO COMO ÉSTE

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ES UNA ANCORA DE ESPERANZA PARA EL CIRUJANO Y PARA EL PACIENTE: TAL ES EL TESTIMONIO  DE TODOS LOS QUE LO HAN USADO O PRESCRITO.

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Lo venden todos los droguistas.

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Depósito principal: el Almacén de drogas y productos químicos de Helmbold,

NUEVA-YORK.

Se vende en la

T I E N D A   D E   L A   S A L U D ,

situada en la esquina de la primera calle de Santo Domingo y Cordobanes.

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MÉXICO.

JUAN A. BENNET, único agente.

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