Crónica de lo absurdo



Salgo de mi casa con toda prisa para llegar a la papelería.
-¿Tiene mapas de ... con tales y cuales características?- Le pregunto, agitada, a la señora que atiende. Ella, entonces, comienza a buscar en uno y otro lado, saca una libreta, luego se da vuelta y saca una bolsa con mapas, luego otra, y así hasta sacar diez. Ninguna tenía el mapa que le pedí. Vuelve a revisar en la libreta, saca otras cinco bolsas, y por fin, en la última, está el indicado. Me lo entrega, le pago y regreso a mi casa. En el camino, me doy cuenta que el mapa que pedí tiene poca utilidad para mí. -Ni modo, ya lo compré- digo para mí.
Abro la puerta y entro a la casa. Mi madre me pregunta:
-¿Dónde has estado?
-Fui a la papelería por un mapa
-¿Qué no podías sacarlo de internet?
Jamás lo pensé.

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