Sor Juana Inés de la Cruz

or Juana seguía la práctica tradicional de las devociones con la intervención de la voluntad y el entendimiento; no era mística ni abogaba por una oración de tipo sobrenatural. Su fe religiosa recogía las razones humanas, morales y filosóficas que había buscado siempre el ser humano en su acercamiento con Dios. Con referencia a las prácticas religiosas conventuales de su mundo y su orden, las conocía e incluso las practicaba. Recordemos el caso de su amigo don Carlos de Sigüenza y Góngora, el gran hombre de ciencia y escritor de la colonia, y lo que cuenta en su Parayso Occidental: tanto Sor Juana como Sigüenza y Góngora se atenían a las regulaciones y costumbres operantes en su mundo y decretadas por el poder eclesiástico de la época; al mismo tiempo practicaban su libertad y derecho al estudio y la ciencia. No hallaban contradicción entre una y otra actividad. Sor Juana creía firmemente en que la mente humana procede de la divina, que ésta es justa y reparte sus dones por igual a todos, y que la Iglesia debía ser guardiana de estos bienes. también creía en el libre albedrío otorgado por Dios. Pronto se percataría de que los directores de la Iglesia eran seres humanos y falibles; pero las protestas de la monja contra esos abusos no significan que ella se considerara fuera de la comunidad de su Iglesia.

De su obra se desprende que su preocupación máxima era la defensa de sí misma, que por extensión alcanzaba a la mujer como tal. El "feminismo" de Sor Juana parte del hecho de haber nacido mujer y de la necesidad de afirmarse a sí misma, con base en la igualdad de sexos, que ella hace derivar de la justicia divina. Después de analizar las palabras de san Pablo sobre el silencio de las mujeres en las iglesias, Sor Juana concluye que la inteligencia no depende del sexo. Sor Juana, tratando de mantenerse dentro de los límites de la ortodoxia, defendía su libertad como ser humano al mismo tiempo que luchaba con denudo por ser aceptada como mujer escritora.

(Georgina Sabat de Rivers, "Introducción" en Sor Juana Inés de la Cruz, Poesía, Teatro, Pensamiento, Madrid, Espasa Calpe, 2004)