Enredos humanos

El señor nunca vino a librar a los hombres de las consecuencias de sus pecados permitiendo que esos pecados queden: eso sería echar por la ventana la medicina que cura mientras el hombre permanece enfermo; va en contra absoluta de las mismas leyes del ser. Sin embargo, los hombres, amando sus pecados, y sin sentir nada de su horrible abominación, de manera consistente con su baja condición, han tomado constantemente esta palabra del Señor para decir que Él vino a salvarlos del castigo de sus pecados. Esta idea -su miserable forma más bien- ha corrompido terriblemente la predicación del Evangelio. El mensaje de las buenas nuevas no ha sido dado verdaderamente.
George MacDonald. La esperanza del Evangelio.

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