Reflexiones sobre el anhelo espiritual en el mundo posmoderno

A
 partir de la segunda mitad del siglo XX, el propósito de la espiritualidad era encontrar la paz de la mente o la transformación interior del individuo de manera que pudiera adquirir autoconciencia, autoestima y autorrealización. Hoy en día, aquellos que miran dentro de sí mismos no necesariamente están apartados de la iglesia. Sin embargo, no buscan al Dios de la religión cristiana, sino a un dios interior "que se encuentra en el yo y en quien el yo se sostiene." Ante esto, David Wells confronta la situación con el siguiente argumento:
"Un Dios externo, tal como el que encontramos en la fe bíblica, es comprensible porque se autodefine en su revelación, el dios interior no. El dios interior emerge en la textura psicológica del buscador y se encuentra disperso en la extravagancia del yo. El Dios externo se para frente a aquellos que no lo conocen; el dios interior emerge de la conciencia y es parte de ella. Las religiones tienen sus escuelas de pensamiento y sus intérpretes y el debate es siempre sobre quién entiende verdaderamente la religión. La espiritualidad, en su sentido contemporáneo no engendra ningún debate porque no hace afirmaciones veraces y no busca un sentido universal. Vive su vida en los confines de la experiencia privada. "La verdad" es privada, no pública; es para los individuos, no para el universo."
David Wells, The Supremacy of Christ in a Posmodern World.

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